LOS MOTIVOS POR LOS QUE LAS CUCARACHAS ATERRORIZAN

  • La respuesta general del ser humano ante estos insectos es desproporcionada comparada con otros más peligrosos, como los mosquitos.

 

  • Aun así, transmiten enfermedades, su aspecto es desagradable, huelen mal, son muy rápidas…

 

Si se hiciera una encuesta acerca de qué especies del reino animal producen más rechazo en el ser humano, la cucaracha estaría seguro entre las primeras posiciones. Este insecto, que existe desde hace millones de años (convivió con los dinosaurios), produce unas reacciones irracionales en muchas personas. Pero, ¿por qué?

Jeffrey Lockwood, profesor de Ecología en la Universidad de Wyoming, tiene algunas claves, recogidas por la revista Time. Este investigador, autor del libro La mente infestada: por qué los humanos temen, sienten asco y aman a los insectos, destaca que siendo los mosquitos más peligrosos, porque de hecho son los animales más mortíferos del planeta, la respuesta de los humanos ante ellos no tiene nada que ver con la respuesta ante las cucarachas.

«El miedo y el asco son dos emociones negativas humanas universales. Una señala el peligro inmediato, y otra el potencial de una enfermedad o contaminación», afirma el experto. Pues bien, las cucarachas producen ambas. «Son aceitosas, grasientas, rasgos que producen claras señales de asco», dice Lockwood. «Si se pisa una se produce un crujido, lo cual es repugnante en sí mismo, y además eso suele estar acompañado de una bocanada de olor como a orinal sucio». En efecto, «las cucarachas almacenan ácido úrico en su cuerpo».

Luego está su comportamiento. Las cucarachas, según Lockwood, son unos de los animales más rápidos del planeta en relación a su tamaño. Las cucarachas pueden moverse a 5,6 km/h. En proporción, es como si un humano pudiera moverse a 321 km/h. «Es como en esas películas de terror en las que el fantasma cruza la habitación en un instante, las cucarachas nos sobresaltan con su rapidez casi sobrenatural», dice Lockwood.

Además, estos insectos invaden nuestros espacios más personales, buscan lugares oscuros y húmedos e incluso transportan alérgenos. El miedo, según Lockwood, está en cierto modo justificado.

Fuente: 20 minutos

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