Las palomas pueden constituir una molestia y un serio riego para la salud, en algunas situaciones pueden considerarse como ratas voladoras, y es necesario su control.
Los daños que causan las palomas son múltiples:
Asociadas a ellas hay varias enfermedades, algunas de ellas muy serias como la salmonelosis, la toxoplasmosis y la neumonía.
Son portadoras de ácaros, garrapatas, y otras plagas que pueden causar picaduras o alergias a las personas.
Sus excrementos producen daños, ensucian fachadas, vehículos y ropas con el consiguiente costo económico que conlleva pintar o lavar.
Sus excrementos producen olores desagradables y hasta pueden resultar peligrosamente resbaladizos.
También hay otras especies que pueden causar daños y molestias, como por ejemplo los gorriones en un almacén de alimentos, los estorninos en los árboles de una plaza y las gaviotas en el techo de una nave.
Todas estas aves se pueden controlar en caso necesario, y Tecnoplagas les ofrece distintos sistemas para ello según la situación.
Para elegir el sistema mas adecuado es necesario tener en cuenta la presión que ejercen las aves a controlar. Los distintos sistemas tienen capacidades distintas en cuanto a su efectividad contra distintas presiones.
Presión alta: Lugares donde las palomas duermen o anidan. En estos lugares solamente funcionan las redes, aunque también pueden funcionar algunos sistemas de pinchos. Presión Media: Lugares que las palomas frecuentan de manera continuada durante el día. Generalmente hay mucha presencia de excrementos. En estos sitios funcionan las redes, los pinchos y los sistemas eléctricos. Presión Baja: Lugares expuestos donde las palomas se posan de tanto en tanto durante el día. Aquí puede funcionar cualquier sistema y su elección condiciona al lugar y al presupuesto disponible.
Un mismo edificio puede tener áreas sometidas a distintas presiones. Hay que tener en cuenta que al colocar un sistema de prevención las aves se pueden desplazar a otros sitios en el mismo edificio.
